UNIVERSIDAD REY JUAN CARLOS

ALIANZAS:

OTAN Y AUKUS

El segundo mandato de Donald Trump al frente del gobierno de los Estados Unidos de América Haz click para ver más

Un análisis sintético de continuidades y giros entre la primera administración y la actual, desde el estilo de gobierno hasta las prioridades de política pública. Haz click para ver más

Un repaso claro y actualizado al equipo que acompaña a Trump en su segundo mandato—quiénes son, qué carteras ocupan y cómo orientan la agenda presidencial. Haz click para ver más

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LAS RELACIONES DE TRUMP CON LA OTAN

Desde el primer mandato, Trump ha tratado a la OTAN menos como una comunidad de seguridad y más como un contrato de protección condicionado. Su lógica es transaccional, basada en costes, fidelidades y capacidad de entrega. No busca consenso, sino palancas que reordenen incentivos y establezcan jerarquías. Ese enfoque empuja a Europa a gastar más y a asumir más riesgos, pero también a depender del árbitro que fija las reglas. El resultado es una alianza más operativa en lo inmediato y más desigual en lo político, con una “división de tareas” que desplaza el centro estratégico de Washington hacia Asia. Europa, en consecuencia, avanza en capacidades, pero discute su margen de soberanía.

PRIMER MANDATO

Trump, en su primer mandato, degradó la lógica de defensa colectiva al tildar a la OTAN de “obsoleta” y coaccionar a los aliados —en especial Alemania, España e Italia— para que alcanzaran el 2% del PIB, con un punto álgido en 2018 al amenazar con revisar el compromiso estadounidense. La presión se extendió a la UE, a la que trató como competidor económico, abriendo una guerra arancelaria (acero, aluminio, automóviles). Pese a ello, Europa siguió dependiendo del paraguas de EE. UU. por la amenaza rusa. Ese enfoque transaccional quedó asentado y marcó la relación hasta 2025.

SEGUNDO MANDATO

Con el regreso de Trump en 2025, Europa deja de ser un socio en pie de igualdad y pasa a una relación jerárquica. En la Cumbre de La Haya se introduce una OTAN de dos niveles. Los miembros que gastan al menos cinco por ciento del PIB en defensa son plenos. El resto queda en un estatus condicionado. Reino Unido, Polonia y los países bálticos ganan peso. Alemania, Francia y España lo pierden.

Trump reduce parte de los fondos comunes de la OTAN y anuncia aranceles del quince por ciento a la industria europea. A la vez impulsa un acuerdo para que la Unión Europea compre energía estadounidense por setecientos cincuenta mil millones de dólares al año, con rebajas arancelarias como incentivo. Con ello fija una doble dependencia, militar y energética.

El impacto político es claro. Europa central y oriental se reafirma bajo el paraguas de Estados Unidos por temor a Rusia. Europa occidental entra en una crisis de confianza. Aun así, la cooperación en defensa aumenta y la Unión Europea anuncia inversiones en inteligencia, ciberseguridad y drones. Para Washington esto facilita una división de tareas. Europa asume más defensa mientras Estados Unidos se concentra en Asia Pacífico y mantiene el control de las tecnologías críticas y de los sistemas de inteligencia. El resultado es una Europa más armada, pero menos soberana.

SITUACIÓN ACTUAL

N

Reino Unido y Polonia: aliados “plenos” por cumplir con metas de gasto y respaldo a sus políticas de defensa.

N

Francia, Alemania y España: socios secundarios, criticados por “beneficiarse de la protección sin pagar el precio”.

N

Dinamarca y Países Nórdicos: alineados con Washington en seguridad ártica y cooperación tecnológica.

La gráfica nos muestra como desde 2014 los países han ido aumentado su gasto en defensa hasta 2024. Este porcentaje del PIB, considerado como insuficiente para Estados Unidos, es necesario que llegue al 5% para contentar las reclamaciones de Donald Trump.
Si vemos como a lo largo de los años ha ido evovlucionando está inversion en Defensa, la llegada al 5% para muchos países es un objetivo difícilemente materializable a corto plazo, siendo un objetivo que obliga a más de 2/3 de los Estados miembros de la OTAN a múltiplicar por dos ssu inversión actual.

EN CONCLUSIÓN…

Con esta visión Trump convierte la OTAN en un mecanismo de selección de aliados estratégicos según solvencia y obediencia, alejándose del multilateralismo. La UE responde buscando autonomía defensiva, aunque sin romper totalmente con Washington ya que sigue siendo dependiente de EE. UU. en defensa y energía, lo que limita su autonomía estratégica. La OTAN, ya no es una alianza entre iguales, sino un mecanismo de seguridad condicionado y jerarquizado por Estados Unidos. Aunque Europa intenta ganar autonomía su división interna y su dependencia tecnológica-militar impiden logarlas.

AUKUS ( AUSTRALIA + UNITED KINGDOM + USA)

Origen. AUKUS nació en 2021 bajo Biden, como asociación de seguridad y tecnología entre Australia, Reino Unido y EE. UU. (submarinos de propulsión nuclear y capacidades avanzadas).

Primeras señales con Trump (2025). Al inicio de su nuevo mandato, Trump dejó el comentario “¿Qué significa eso?” al ser preguntado por AUKUS, lo que sembró dudas sobre su interés.

Revisión y postura actual. En junio de 2025, el Pentágono revisó el pacto para ajustarlo a su agenda America First, con Elbridge Colby destacando el riesgo de vender submarinos Virginia a Australia si debilitaba a la US Navy. Tras esa revisión, el 20 de octubre de 2025 Trump afirmó que AUKUS va “full steam ahead” (apoyo explícito y continuidad).

Finalidad estratégica. AUKUS se presenta hoy como instrumento de disuasión frente a China en el Indo-Pacífico, además de reforzar cadenas industriales aliadas (minerales críticos, base naval) y el reparto de cargas entre socios.

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